martes, 4 de diciembre de 2012

Congelan a un bebé para salvarle la vida.


Buenas tardes a todos. Os voy a contar la historia de un bebé que tuvo que ser  “congelado” para que su corazón continuara latiendo.

El pequeño bebé inglés, Finley Burton, cuando tenía diez semanas de vida, sembró la preocupación en sus padres ya que no subía de peso y tenía problemas para respirar con facilidad. Sus padres lo llevaron al médico, y este lo transfirió directamente a un cardiólogo de otro hospital. El cardiólogo oyó algo anormal y tras una ecografía y un ultrasonido cardíaco, además de un electrocardiograma y una radiografía, descubrió el verdadero problema del bebé. Finley tenía un enorme agujero en la parte de arriba del corazón y otro más pequeño en la parte de abajo. Fue enviado a otro hospital donde los médicos descubrieron un problema congénito que hacía que la aorta (la principal arteria del corazón) se estrechara. Por tanto, su corazón tenía que latir mucho más de prisa que lo habitual y el pequeño tenía que utilizar todas las calorías que ingería para mantener el corazón latiendo y los pulmones funcionando, y así, poder sobrevivir. Finley fue sometido a dos operaciones de emergencia a las 16 semanas, pero sufrió complicaciones y su corazón empezó a latir muy rápido.
Para solucionar el acelerado latido de Finley, los médicos decidieron bajar su temperatura a 33,4ºC (siendo 37ºC la temperatura normal). Introdujeron al niño en una “bolsa fría” que bombeaba aire frío y la velocidad de su latido se redujo paulatinamente. Tras este proceso, Finley fue sacado de su parálisis poco a poco, su temperatura volvió a la normalidad y su latido también. Semanas más tarde fue dado de alta.

Supongo que os preguntaréis por qué ocurrió esto. Pues ahí va la respuesta: cuando los bebés son sometidos a arriesgadas operaciones igual que a la que se enfrentó Finley, el ritmo de su corazón aumenta a causa del estrés. Mantenerlos fríos es la mejor forma de que su corazón vuelva a la normalidad.

Espero que os haya gustado tanto esta historia como a mí. Un saludo.

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